Fantasía oscura, religión y supervivencia en La Bruja de Alcatraz

Fantasía oscura, religión y supervivencia en La Bruja de Alcatraz

La persecución a las brujas, la religión y el poder es un tema abordado desde muchas perspectivas, cada una con su punto y su forma de representarlo, Vilches lo hace de una manera ejemplar y con un worldbuilding único y sólido en La Bruja De Alcatraz.

En un mundo gobernado por un dios absoluto y reyes que deciden quién merece vivir, Lilith de Alcatraz intenta sobrevivir como puede. No es la heroína perfecta, ni la bruja invencible que uno esperaría encontrar en una historia de fantasía. Es una chica marcada desde pequeña, criada bajo un sistema que la castiga por lo que es y que la obliga a disociarse para seguir adelante.

 

Una protagonista hecha de resistencia

 

Lilith fue arrebatada de su hogar cuando era pequeña. Su linaje —el de las brujas— la convierte en objetivo de persecución, y el llamado Rey del Sur decide “salvarla” controlando su vida, sus decisiones y hasta su magia. A partir de ahí, Lilith adopta una estrategia muy simple: sobrevivir.


Es inteligente, observadora, y sabe cuándo hablar y cuándo callar. También es una narradora compleja: a veces se adelanta, a veces se queda corta, y en ciertas escenas es difícil saber si está evitando contarlo todo o si ella misma no tiene palabras para explicarlo.

 

Un reino que teme a la magia

 

El libro presenta un mundo dividido en reinos donde las brujas fueron prácticamente erradicadas. La religión del Eterno domina todo, desde la política hasta la vida cotidiana, y la autora muestra cómo esa estructura afecta a Lilith en cada etapa de su crecimiento.
La historia combina rituales, manipulaciones, castigos y prácticas religiosas que funcionan como arma de control. Es un ambiente opresivo, pero también claro en sus reglas.

 

La aparición de la Sombra

 

Cuando Lilith ya no espera nada, aparece un extranjero misterioso que se le presenta en sueños y luego como una sombra. No sabemos su nombre, su procedencia ni su intención real. Solo sabemos que la observa, la entiende y parece reconocer algo en ella que ni siquiera ella misma se permite mirar.
La relación entre ambos no es romántica en el sentido clásico. Es más una alianza.

Un enemigo fácil de odiar

 

Efraín, el Rey del Sur, es probablemente uno de los personajes más detestables del libro. La autora construye muy bien su manipulación, su violencia y esa forma constante de justificar lo injustificable. No es simplemente “malo”. Es un personaje que encarna cada herramienta de abuso que la autora decide mostrar: poder religioso, poder político, poder físico y psicológico.

 

Un inicio sólido para una trilogía

 

La Bruja de Alcatraz: Cadenas y Sombras es el primer libro de una trilogía. Hay muchas preguntas, muchas piezas que todavía no encajan y una protagonista que apenas está empezando a comprender su propia magia.
El final deja espacio para teorías, para dudas y para imaginar qué pasará cuando Lilith, por fin, deje de sobrevivir y empiece a actuar.

Es una lectura ideal para quienes disfrutan de la fantasía oscura, de los relatos de supervivencia y de personajes que cargan con una historia pesada y aún así siguen adelante.

Podés conseguirlo en Amazon.

 

Advertencia de contenido

 

Este libro aborda temas sensibles como abuso de poder, manipulación, coerción emocional y sexual, violencia física y psicológica, persecución religiosa y maltrato sistemático hacia la protagonista. La relación entre Lilith y el Rey del Sur no es romántica ni consensuada. Es importante tener esto en cuenta antes de empezar la lectura.



Haz tu comentario



¿Querés autopublicar y difundir tu libro?

¡Hacelo con nosotros!


Pedir presupuesto

¿Querés estar al tanto de nuestras novedades?

Lanzamientos, consejos, descuentos y noticias.

Enterate antes que nadie