
El cazador de almas de Miri Lee: romantasy, friends to lovers y mucho found family
Escrito por Macarena Ripoll
Recuerdo haberme metido por primera vez en el mundo de ángeles y demonios con Hush Hush. Si a mis 23 años lo releyera, probablemente no conectaría igual. La niña de 12 años que pensaba que Patch Cipriano era sexy y el hombre ideal claramente no tenía mucho criterio (con todo el cariño del mundo hacia mi yo de antes). Pero bueno, El cazador de almas me trajo ese recuerdo, aunque con muchísimas diferencias y de las buenas.
Miri Lee no se queda en el cliché del romance prohibido o la típica guerra entre el bien y el mal. Va más allá. Juega con los matices, difumina las líneas entre la luz y la oscuridad, y nos presenta personajes reales y con contradicciones. El worldbuilding que construye es sólido, coherente y riquísimo en detalles. Combina elementos épicos con una oscuridad emocional profunda, y todo eso sin perder agilidad narrativa. La historia fluye, atrapa, y te arrastra a un universo donde los límites entre el deber y el deseo, entre el sacrificio y la identidad, se cruzan constantemente. Para ser su novela debut, Miri Lee entrega una propuesta valiente y emocionalmente compleja.
La fantasía de El Cazador de Almas
Acá no hay ángeles buenos y demonios malos en blanco y negro. Hay Valoenses (ángeles), Tameryos (demonios), subdivididos en Nizek y Azard, e híbridos como Dangel Maison, nuestro protagonista principal: un cazador de almas terco, cerrado, emocionalmente agotado y con un pasado que pesa más que sus alas.
Y en el otro extremo está el mundo efímero, o sea, el nuestro. Donde vive Elein, una chica con más corazón y empatía que mil personas juntas. Cuando su hermano Joe, enfermo y soñador, ya no puede cumplir su anhelo de terminar la secundaria, Elein decide cumplirlo por él. Sí, se corta el pelo, se disfraza de chico, se calza unas zapatillas y se mete al internado. Así empieza todo.
Y aunque parezca un punto de partida que podemos haber visto antes (cof cof, Elein tiene complejo de Mulán), lo que sigue es una trama que entrelaza una lucha constante entre el deber y el ser, entra la identidad y el sacrificio.
Elein: el corazón de esta historia
Lo primero que se me viene a la mente cuando recuerdo a Elein es la frase “él era el de los sueños”. Creo que ese simple pensamiento de nuestra protagonista deja muchas cosas claras.
Joe, su hermano, sueña en grande, pero tiene una enfermedad degenerativa. Ella va al internado de Canadá por él, porque lo ama, porque él ya no puede, porque él lo merece y… ¿ella? ¿Dónde queda ella?
Hace tiempo escuché una historia en redes sociales: una madre decía que su hija quería ser segunda violinista, y casi le dice "¿por qué no la primera?" Hasta que entendió que no todos queremos ser los mejores, solo queremos ser.
Elein se parece un poco a esa segunda violinista. No quiere destacar, solo quiere ayudar. Es humana, con limitaciones, con heridas y una clara overthinker (sobrepiensa todo). No intenta ser la heroína de su hermano: intenta devolverle algo de lo que la vida le está quitando. Y en ese gesto de amor, encuentra un camino hacia sí misma.
Ahí entra nuestro gran arco de personaje. Sin darse cuenta, y acompañada de su found family, termina encontrando el camino hacia sus propios sueños y hacia ella misma.
Le hicieron falta unas cuantas clases en el internado y enamorarse de un híbrido para darse cuenta de que cuidar tanto de otros la hizo olvidarse de ella.
Dangel: un caos hermoso
Pocas veces disfruté tanto ver la evolución de un personaje como la de Dangel.
Nacido entre sombras, arrastra traumas más grandes que él mismo. Malhumorado, distante, arrogante e indiferente. No encontramos ni una cualidad buena al inicio, hasta que sí. De golpe, ese híbrido criado entre demonios, con mucha torpeza social y desarraigo, comienza a rodearse de personas que lo ven. Que no intentan cambiarlo, que simplemente lo aceptan y, como dice Elein, creen que el gris también es un color bonito.
Dangel Maison es el reflejo perfecto de que, cuando creces en el infierno, es difícil que tu mundo interno no se sienta como uno. A menos que alguien te recuerde que no todo es blanco o negro, que está bien intentar ser diferente a lo que aprendiste al inicio, salir del modo supervivencia.
Romance prohíbido
Sí, lo admito: el tropo de romance prohibido me puede. Pero dejando eso de lado, siempre que leo una historia de amor me pregunto “buenísimo, se aman, ¿pero por qué?”. Y acá lo entendés. Lo ves.
Dangel se olvida completamente de que no puede enamorarse de una humana (ups). Y aunque al principio se aprovecha del secreto de Elein, la dinámica entre ellos cambia. Se cuidan, se enseñan. Ella le muestra que puede mirar su mundo sin odiarlo. Y él le enseña que ella también puede soñar, que puede ser la protagonista de su historia, sin pedir permiso. Ambos son un recordatorio constante para el otro de que importan, ellos también importan.
Lo que terminamos encontrando
Me atrevo a afirmar que este libro no es solo un romance sobrenatural. Es una historia que explora el concepto de found family de una forma cruda y sincera, donde los vínculos generados gracias a la amistad toman importancia. A través de un enfoque empático sobre la salud mental, se profundiza en los miedos, traumas y desafíos internos de los personajes, sin edulcorar nada. Y, mientras todo esto se despliega, el romance slow burn se convierte en una montaña rusa emocional que, aunque te hace sufrir, te mantiene cautivo. Porque, sí, ese clásico “él moriría por ella” sigue presente, pero aquí adquiere un peso tan real y desgarrador que te deja completamente en el piso, cuestionando lo que realmente significa el amor y el sacrificio.
Y no son solo los protagonistas los que se roban el show: los personajes secundarios, como Nate, Caliel y Edrian, también juegan un papel crucial, aportando humor, ternura y pequeñas verdades que enriquecen la trama. Son la red que sostiene a los protagonistas, y su evolución nos conecta aún más con la historia, demostrando que, al final, cada uno de ellos también tiene un impacto profundo en la transformación de los demás.
Preguntas sobre El cazador de almas
¿Este libro es parte de una saga?
El final deja muchos cabos sueltos y la autora confirmó un segundo libro, así que SÍ.
¿Qué tipo de historia es?
Una mezcla de fantasía, romance sobrenatural, proximidad forzada, found family y friends to lovers.
¿Es apto para adolescentes?
Sí, pero idealmente a partir de los 15-16. Hay temas sensibles de salud mental que se tratan con cuidado.
¿Tiene representación diversa?
No es el foco, pero hay un personaje secundario LGBT.
¿Es lento o rápido?
Tiene ritmo slow burn, pero no se hace pesado. Al ser el primer libro, necesitamos esa dosis de desarrollo de personajes y romance.
¿Qué lo hace especial frente a otros libros del género?
- La honestidad emocional, los personajes con cicatrices reales y la forma en que trata el dolor sin dramatismo barato.
- Una protagonista femenina con complejo de Mulán.
- Ella es un overthinker. Él es un introvertido con torpeza social.
- Un protagonista que no busca ni gloria ni coronas, solo su supervivencia.
¿Dónde conseguirlo?
Lo publicó Click Ediciones, sello de Planeta. Podés conseguirlo en formato EBOOK haciendo click acá.