Dicen que hay amores que están predestinados, que el universo se encarga de cruzar los caminos que deben encontrarse, atados por un hilo rojo que nunca se rompe. Pero, ¿qué pasa cuando el destino se convierte en un campo de batalla entre el deseo y la razón?

"El hilo rojo del destino" es una novela romántica, parte de una bilogía, que explora el deseo, el pasado y el dilema de seguir al corazón o a la razón. 
Si te gustó "Seremos eternos amantes", probablemente este libro también te atrape. Escrito por la misma autora, nos trae nuevos personajes llenos de dilemas y pasión.

Un nuevo comienzo

Elizabeth es una mujer que, después de un pasado amoroso que la dejó marcada, decide cambiar de aire. Se muda a la capital, se enfoca en su trabajo como maestra de literatura y promete dejar atrás los fantasmas del ayer. Lo suyo es el esfuerzo, la independencia y la autosuficiencia. Pero claro, el destino tiene otros planes.

Cuando llega a su nuevo colegio, se cruza con Alberto Hinojosa, el coordinador del área de comunicación. Y ahí empieza todo. "¿Han sentido alguna vez esa sensación de ser observadas, analizadas y sentirse casi desnudas? Bueno, ahora lo estoy sintiendo" (Capítulo I). Desde el primer momento en que se miran, la atracción es innegable. Pero no es solo química: hay algo en Alberto que la incomoda, que la tensa, que la hace sentir demasiado vulnerable. ¿Es un peligro o una oportunidad? Ni ella misma lo sabe.

Secretos y problemas

Alberto es un personaje que se mueve en la delgada línea entre el encanto y la advertencia. Alto, atractivo, con una confianza que puede resultar irresistible o agobiante, dependiendo de quién lo mire. Con Elizabeth, su actitud es un juego constante entre la seducción y el misterio. La protagonista nunca sabe si está jugando con ella o si quiere algo más.

Y, sumada a esta personalidad, vienen secretos. Hay rumores, hay advertencias, hay un pasado que pesa sobre su nombre. 

"¿Quieres tener problemas de nuevo?" (Capítulo X) le dice su tía, una de las figuras de autoridad del colegio, dejándonos claro que lo suyo no es la primera vez. Y ahí está el dilema: Elizabeth sabe que algo no encaja del todo, pero la atracción es más fuerte que la razón.

Una historia de amor intensa

Lo que hace que esta historia sea tan atrapante es la manera en que juega con el deseo y el peligro. Elizabeth y Alberto no tienen una relación tranquila ni predecible. Es fuego, es duda, es un ir y venir entre lo que quieren y lo que deberían hacer.

"Definitivamente, morí, porque estoy en el cielo, esto sabe a gloria, o quizás esté en el infierno porque siento un fuego en mi interior que amenaza con arrasar con todo a su paso" (Capítulo V).

La historia no trata solo de amor, sino también de decisiones. ¿Se puede amar sin perderse? ¿Cuánto estamos dispuestos a arriesgar por alguien que nos hace temblar el suelo bajo los pies? Elizabeth es una mujer fuerte, pero también humana, con contradicciones y heridas que todavía cicatrizan.

Si te gustan las historias de amor intenso, donde la atracción puede ser tanto un regalo como una advertencia, esta historia tiene mucho para ofrecer.

¿El destino realmente une lo que debe estar junto? Cada lector tendrá su propia respuesta.
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