
Mujeres de la A a la Z: el retrato de diferentes mujeres
Hay libros que retratan la vida. Mujeres de la A a la Z, de Eva Braum, es uno de esos libros. Es una colección de relatos sobre mujeres en distintos momentos de su vida: algunas aman, otras sufren, unas pocas enfrentan lo imposible, y muchas, simplemente, siguen adelante.
No hay moralejas forzadas ni finales espectaculares. Son historias pequeñas, pero no por eso menos intensas. Y lo curioso es que, en algún momento, todas nos vamos a encontrar en al menos una de ellas.
Las historias que nos componen
Cada cuento lleva el nombre de una mujer: Andrea, Diana, Julieta, Gloria, Hortensia. Son nombres comunes, de esos que podríamos encontrar en cualquier familia o grupo de amigas. Y eso hace que cada historia se sienta cercana, como si en lugar de leer estuviéramos escuchando a alguien que conocemos.
En Andrea, por ejemplo, el cuento arranca con una imagen sencilla: una mujer que vuelve antes del trabajo, ilusionada con la idea de sorprender a su familia con la merienda. "Imaginé la sorpresa en la cara de las nenas al verme llegar a tiempo para compartir la merienda, no recordaba cuándo había sido nuestra última tarde entre semana juntas." Pero al llegar a casa, la sorpresa es para ella. Y no es una buena.
O Gloria, donde el tiempo, la memoria y los fantasmas se entrelazan. Gloria escucha voces en el antiguo consultorio de su difunto esposo. "Corre la silla del escritorio y se sienta. Mira todos los elementos sobre el mueble y descubre la agenda de cuero negro, ya casi blanca por el polvo. La levanta, sopla la tapa y con algo de ayuda de sus manos la limpia. Al abrirla por donde el señalador muestra, encuentra una cita: 8 a.m., a nombre de Gloria." Hay una cita esperándola, pero ¿con quién? ¿para qué?
Y después está Hortensia, que más que un cuento parece un pensamiento enredado, de esos que nos asaltan en los momentos menos esperados. En plena clase de meditación, en lugar de conectar con su “niña interior”, su mente se va por las ramas: "¿Lucecita rosa?, o ¿era violeta? Creo que era violeta, seguro, tiene que ser violeta para transformar. Rosa es para algo relacionado con el amor. Visualizar con luz violeta. Me parece que me olvidé de pagar la luz y me la cortaron, yo no puedo ver nada." Es divertido, pero también real. No es fácil dejar la mente en blanco, menos en un mundo tan apurado como el nuestro.
Mujeres reales, con vidas reales (y no siempre fáciles)
No hay heroínas perfectas ni villanas de manual. No hay finales color de rosa, pero tampoco una condena al sufrimiento eterno. Hay vida, de la que duele y de la que alivia.
Son cuentos cortos, que a veces golpean y a veces abrazan. Te hacen sentir acompañada, escuchada. Y, a veces, es todo lo que uno necesita de un libro.
Podés conseguirlo haciendo click acá